¿Qué debemos hacer cuando?
Probablemente en una escuela cualquiera del D. F. ocurra la siguiente situación:
Recientemente
se han presentado una serie de casos de riñas en el interior y fuera del
plantel, estas riñas generalmente son por diferencias en las relaciones (noviazgos, amistades o pertenecía a grupos sociales en particular), los cuales se establecen entre los adolescentes principalmente los de 3er grados. Algunos incidentes son entre los mismos estudiantes del plantel y en ocasiones con
los vecinos de los y las alumnos/as de
otro plantel, de una Escuela Secundaria Técnica.
Por otra parte en algunas ocasiones se están
organizando afuera del plantel peleas tipo callejeras en las que van sacando a
los perdedores y solamente los ganadores se van enfrentando entre sí, el
motivo principal de estas situaciones es
solamente el gustó por pelear uno con otro y ganar.
Nuestra escuela cuenta con una población de 502 alumnos que
se encuentran divididos en 6 primeros, 6 segundos y 5 terceros, tiene 39
docentes y se encuentra ubicada en una colonia de las más populosas en el Distrito Federal, es considerada como una de la más alta violencia, esta escuela secundaria tiene un buen prestigio por su rendimiento académico y eso le hace tener
alta demanda para su ingreso, los conflictos
se generan con otra escuela secundaria vecina del lugar. Su
rivalidad es tan evidente que los padres de familia están solicitando la
intervención de las autoridades delegacionales para detener estas acciones de
violencia en las que se están involucrando sus hijos.
De acuerdo con
la percepción de los alumnos, las manifestaciones de violencia escolar están
relacionadas con la naturaleza de la convivencia y la comunicación entre los
miembros de la familia; cuanto mayor es el grado de conflictividad familiar,
mayor es la probabilidad de que esos niños tengan comportamientos violentos en
la escuela.
Los estudiantes más frecuentemente vigilados por sus
padres manifiestan menos violencia que quienes parecen ser objeto de menor
control paterno. En la misma situación de menor propensión a la violencia se
encuentran los alumnos que viven en hogares donde ambos padres o tutores están
presentes.
El tema inagotable de la violencia puede ser abordado
desde diversas perspectivas teóricas y, por tanto, podemos encontrar en la
literatura una innumerable cantidad de propuestas para definir este tipo de violencia. En tal
sentido, es importante rescatar algunas de las múltiples definiciones, así como
marcar la diferencia existente ente los conceptos violencia y maltrato que,
aunque guardan estrecha relación, son de naturaleza distinta y no se les puede
concebir como sinónimos.
El maltrato puede ser definido como “el conjunto de
acciones y situaciones acaecidas en todo ámbito, que afectan al niño en su
bienestar, desarrollo y/o personalidad, limitando, tergiversando y/o
lesionando”. Por su parte, la violencia es aquella “acción ejercida por una o
varias personas, en donde se somete de manera intencional al maltrato, presión,
sufrimiento, manipulación u otra acción de este tipo que atente contra la integridad
física, psicológica o moral de cualquier persona o grupo social”.
Ambos fenómenos – la violencia y el maltrato - tienen
escenarios diversos para su desarrollo: la casa, la escuela, la calle, etc.;
cada uno con características y protagonistas diferentes pero capaces de
relacionarse unos con otros. Smith propone que “la violencia puede ser
entendida como el producto de actos internacionales y sistemáticos que se
convierten en un daño o en una amenaza”. Desde este punto de vista, las
conductas agresivas dentro de la escuela no se reducen a acontecimientos de
violencia física, sino que se trata de abusos de poder por parte de personas
más fuertes en contra de otra o de otras más débiles. Estos abusos pueden ser
verbales o surgir de la exclusión o de la marginación de algún individuo o de
un grupo de las actividades normales de una colectividad escolar.
Moreno plantea que en las escuelas se ejercen seis
tipos de violencia, a los que él denomina como comportamiento o conducta
antisocial: a ) disrupción en las aulas; b)problemas de disciplina relacionados
con conflictos entre profesores y alumnos; c) vandalismo y daños materiales; d)
violencia física caracterizada por agresiones y extorsiones; e) maltrato
sistemático a iguales (bullying), en la forma de conductas intimidatorias como
insultos degradantes, rechazo social y agresiones físicas, entre otros; f)acoso
sexual.
Por
otra parte,
“resulta
importante entonces concienciar, informar y tratar a las niñas y niños como
sujetos de derechos, difundir la información sobre los derechos de los niños y
los jóvenes entre los propios alumnos, sensibilizar e involucrar a los padres
de familia y responsabilizarse en tanto ciudadanos por los derechos propios ya
que si no existe esta responsabilidad de ejercicio y la autovaloración como
sujetos de derechos, hay una altísima probabilidad de que no se respete, ni se
valore a otros como poseedores de los mismos derechos". Ya que La formación de individuos capacitados para regular de forma
autónoma su conducta y su actuación en el entorno en el que viven y sean
capaces de presentar conductas basadas en criterios personales y orientadas hacia ellos.
En
el Marco para la Convivencia Escolar se espera que en las escuelas secundarias
se rijan por la observación y el cumplimiento de lo establecido en la Carta de
Derechos y Deberes de las alumnas y los alumnos, así como la adopción de
medidas disciplinarias cuando se presentan conductas contrarias a la
convivencia.
Ante
cualquier falta cometida por las alumnas y los alumnos se debe privilegiar el
diálogo como mecanismo fundamental para su corrección, es por eso que hago la
siguiente propuesta:
Se debe generar ambientes de Aprendizaje
donde se
desarrollen la comunicación y las interacciones que posibiliten el aprendizaje adecuados
para el logro de una convivencia armónica en la Escuela.
Es
por ello que se debe construir en el día a día un nuevo pacto de convivencia
escolar, basado en el respeto a los derechos humanos y el compromiso con una
convivencia pacífica y solidaria en la formación de ciudadanos íntegros.
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